viernes, 4 de enero de 2013

No gracias. No lo necesito.

No necesito ningún cronometro para saber que tú y yo somos los más rápidos.
No necesito ningún juez que venga a decirnos que hemos hecho bien nuestros saltos o nuestros pasos.
No necesito ninguna cinta, ni trofeo que me diga que tú y yo hemos ganado la competición.
No necesito ni bridas ni bocados, ni sillas ni espuelas. No necesito ni fustas ni arneses.
No gracias, no lo necesitamos para saber que tenemos la coordinación de una pareja de baile, un amor de familia y una amistad de amigos.

No necesito competir contra otras personas que tienen mi mismo sueño, no necesito pisar una pista de césped para ser profecional.

Yo y mi caballo, nosotros y la brisa, retando a las aves, y cada vez galopando más deprisa. Ambos como una sola persona galopando por el prado verde, ¿qué mejor que esto? Las espuelas ni los bocados nos harán sentir esta libertad. Piénsalo. ¿No crees que es mejor galopar por los mansos y prados, que montar en un cercado cerrado?

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